La Guardia Civil sigue buscando al hombre de 50 años que el jueves provocó una tremenda explosión de gas en su piso de la calle Diego Ramírez de Torrevieja causando daños materiales en otros 13 situadas en la misma planta y en cuatro viviendas de la planta superior. Un vecino que contaba con una larga trayectoria de enfrentamientos con el resto del vecindario, a los que tenía amenazados, que padece enfermedad mental y síndrome de Diógenes, y que cuenta con antecedentes penales e ingresos en prisión, según fuentes municipales. En este sentido, el alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón (PP) lamentó en declaraciones a INFORMACIÓN que existen lagunas legales para actuar con «perfiles de personas de este tipo» para evitar un suceso que podría haber tenido consecuencias dramáticas.

«Tenemos una obligación de trabajar para que estas cosas no se repitan. Es un perfil de persona con unas características en las que la administración ha actuado en distintos ámbitos e incluso ha pasado por la cárcel en algún momento», explicó. «Hay ciertas lagunas en la legislación vigente que hacen que no podamos trabajar en un perfil así. Esta persona que solo merece calificativos despectivos y peyorativos y esperamos que lo antes posible sea detenido y me consta que se está haciendo un buen trabajo de coordinación de la Policía Local y la Guardia Civil». Y subrayó: «Reclamamos que hacía el autor de la explosión recaiga todo el peso de la justicia».

Así ha quedado el interior de la vivienda de Torrevieja tras la explosión

Así ha quedado el interior de la vivienda de Torrevieja tras la explosión Bomberos

«Lo que ocurrió ayer (por el jueves) es un milagro. Gracias a que la familia que vivía en la casa contigua puso una denuncia ante la Guardia Civil y la recomendaron que no pernoctasen en su casa. Ese fue el primer milagro». El segundo señaló el alcalde, fue que la persona que sí se quedó en la vivienda pernoctara en un sofá y no en la habitación -sobre la que cayó la pared medianera del piso por la deflagración-». El tercero, dijo, es que a esa hora, pasadas las seis de la mañana «no había mucha gente en las plantas superiores».

«Quiero felicitar a los agentes que se encontraban de servicio porque la primera atención que se encontraron los vecinos fue de la Policía Local», concretó. El alcalde también agradeció el trabajo realizado por los servicios técnicos de Urbanismo y matizó que la decisión de no autorizar la entrada en las viviendas superiores, la segunda planta, es únicamente porque estaban afectados los servicios básicos, por ejemplo la comunicación de las bajantes de saneamiento y la acometida de agua potable destrozados por la onda expansiva, no por los daños en sí en esas viviendas. En estos momentos se están llevando a cabo actuaciones de fontanería para intentar reponerlos. Seis familias se encuentran realojadas en hoteles y no se produjeron daños personales más allá de crisis de ansiedad y algún rasguño.

Ayer los bomberos de Torrevieja tuvieron que acudir al edificio para asegurar algunas zonas en las que estaban produciendo caídas de cascotes mientras que la Policía Local también acudió ante el aviso de un vecino que había detectado que se había forzado supuestamente la puerta de una de las viviendas desalojadas en el primer piso.

Aspecto del exterior del edificio y los escombros que cayeron sobre la calle. | TONY SEVILLA