«Este es el camino, comencemos a recorrerlo». Así definió ayer el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, la Estrategia Valenciana para la Recuperación de la Comunidad que nace con una doble perspectiva: superar la pandemia a corto plazo, sosteniendo el tejido productivo y protegiendo los ingresos de los más perjudicados y, en segundo lugar, incorporar el conocimiento y la digitalización como palanca de competitividad para promover el desarrollo sostenible basado en la innovación y la inclusión.

Ante la mayoría de miembros del Consell, agentes sociales, empresarios, alcaldes y representantes políticos, Ximo Puig centró su intervención en la respuesta que la Generalitat dio a esta crisis sanitaria a través de los acuerdos Alcem-nos pactados con la sociedad valenciana. Más de 1.000 medidas consensuadas que ahora sirven como base para proyectar las líneas estratégicas del proyecto mediante el que el presidente pretende captar la mayor parte de recursos de la UE para diseñar una «Comunidad pospandemia». De los 140.000 millones de fondos europeos que recibirá España en los próximos tres años, la Comunidad Valenciana aspira a gestionar al menos el 10 %. Es decir: 14.000 millones de euros, de los que 12.000 se dedicarán a los 14 proyectos que ayer fueron anunciados por Ximo Puig, y que coinciden en su potencial para impulsar el empleo y propiciar la cohesión social. Entre ellos destaca la digitalización de los servicios públicos y del tejido productivo; el impulso al ecosistema emprendedor; la transición ecológica; la educación; el cuidado de las personas o la modernización del sector turístico. Como ya adelantó en el Debate de Política General de septiembre, esta estrategia va más allá de los fondos de la UE y contempla todas las líneas de actuación existentes con el objetivo de llegar a movilizar hasta 21.000 millones de euros en el periodo 2021-2027.

La distribución de los recursos responde a las prioridades europeas y españolas, y se basa en la resiliencia, sostenibilidad y digitalización. La idea es desarrollar actuaciones que promuevan transformaciones estructurales mediante el impulso de la transición verde y digital. En concreto, los proyectos para la transición ecológica aglutinan el 39,3% de los recursos, (casi 4.900 millones); la transición digital recibe el 29,1% (más de 3.600 millones); los proyectos para reforzar la cohesión social reciben el 24% (más de 2.800 millones) y los destinados a ciencia y conocimiento absorben el 7,6% del total (900 millones).

Según el jefe del Consell, la estrategia que ayer se presentó en València es el punto de partida de una proyecto global que irá nutriéndose de nuevos planes a final de año gracias al participación de todos los agentes implicados. El presidente hizo hincapié en que en los últimos 14 años la Comunidad ha recibido de la UE aproximadamente 2.900 millones, por lo que estas iniciativas suponen un «reto mayúsculo de gestión», tanto para la Administración como para las empresas privadas. Todo ello requerirá, insistió el presidente, «una gestión eficaz, ágil y coordinada, que trascienda viejas barreras y capaz no solo de gastar sino de crear, sin espacio para partidismos o personalismos».

En el acto participaron también la directora general de Análisis y Políticas Públicas, Ana Berenguer; el director general de Coordinación de la Acción del Gobierno, Juan Ángel Poyatos; y el director del IVIE, Francisco Pérez, quienes expusieron algunas consideraciones previas sobre los efectos económicos de la pandemia y la alineación de los objetivos de la estrategia regional con la de la UE. Berenguer destacó la oportunidad para «avanzar a mayor velocidad» que aportan los fondos europeos de reconstrucción. Francisco Pérez aseguró que los «condicionantes» que impondrá la Unión Europea para la llegada de recursos económicos «están en la buena dirección de modernización». Por último, Poyatos añadió que «estamos trabajando en identificar cuellos de botella porque tenemos que gestionar una cantidad ingente de recursos y hacer un ejercicio de rendición de cuentas y transparencia».