Calificación: *** | Guion y dirección: Abe Forsythe. Fotografía: Lachlan Minle. Música: Piers Burbrook de Vere. Intérpretes: Lupita Nyong'o, Alexander England, Josh Gad, Stephen Peacocke, Nadia Townsend, Diesel La Torrraca, Marshall Napier, Glenn Hazaldine, Ava Caryofillis y Charlie Whitley. Duración: 93 minutos. Nacionalidad: Australia, Estados Unidos y Gran Bretaña. Año: 2019.

Una imaginativa y brillante incursión del humor en el cine de terror que rompe muchos de los esquemas habituales de la comedia y que aporta una visión radicalmente distinta a las películas protagonizadas por zombis. Es, sobretodo, un viaje a un universo macabro pero también ingenuo y encantador en el que se combinan la inocencia y la maldad y en el que la relación entre los pequeños y los muertos vivientes conduce a veces a la paradoja. No sorprende porello que recibiera los premios al mejor guion para Abe Forsythe, a la mejor actriz para Lupita Nyong'o, que ya mereció el Oscar a la mejor actriz de reparto en 'Doce años de esclavitud' y al de la Crítica en el Festival Nocturna de Madrid y formase parte de la sección oficial del de CataluñaS itges, con premiere mundial en Sundance.

Es el cuarto largometraje del guionista y director australiano Abe Forsythe, que debutó en 1999 con 'Navin wants a Superhero' y que comenzó a abrirse un camino personal con 'Neden200'3 y 'Down Under' en 2016. 'Little Monsters' es su trabajo más maduro y sugestivo, un relato decontrastes y de soluciones más que sorprenden tes que denota un conocimiento notable del ámbito infantil.

Discurre por completo en un día que rompe la rutina de niños y adultos. Felix es el joven sin oficio ni beneficio que decide acompañar a su sobrino al colegio solo para contactar con la atractiva maestra que los cuida. Ignora que con ello pone en riesgo a unos seres inocentes que han caído en manos de unos terribles zombis que siembran el miedo y la muerte. No sólo eso, ya que los peques actúan con tanta ingenuidad que no entienden en toda su dimensión lo que están viviendo. Y por el contrario, el ejército norteamericano unicamente entiende un lenguaje, el de la destrucción total de un enemigo formado por seres infernales a los que solamente se extermina con disparos al cerebro. Más que una situación límite, la peor pesadilla convertida en realidad. En fin, un panorama cercano a la tragedia que, curiosamente, suscita tanto el humor como la tensión, conduciendo el relato a las esferas propias del caos.