Fauna y caza

El meloncillo, contra las cuerdas: Andalucía y Extremadura declaran la guerra a este pequeño mamífero

Los cazadores le acusan de provocar graves daños a la ganadería, mientras que los conservacionistas afirman que no hay pruebas de ello

Un ejemplar de meloncillo, que se autoriza a cazar en Andalucía y Extremadura

Un ejemplar de meloncillo, que se autoriza a cazar en Andalucía y Extremadura / Shutterstock

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

El meloncillo (Herpestes ichneumon) es un pequeño mamífero, de dieta carnívora, que actualmente es la única mangosta presente de forma natural en España. Sus característicos ojos de pupila horizontal e iris ambarino le han granjeado en ocasiones el apelativo de ‘pequeño demonio’. Lo cierto es que el meloncillo es la nueva víctima de un frente común entre cazadores y algunas comunidades autónomas (de momento, Extremadura y Andalucía), que han decidido autorizar su caza, si bien con limitaciones, al considerar que este animal causa graves daños al ganado.

La primera autonomía en aprobar, este mes de febrero, el control poblacional del meloncillo (es decir, su caza) fue Extremadura, cediendo así a las peticiones de las organizaciones de cazadores, que se declararon luego “tremendamente satisfechas” por la decisión. En un comunicado, la Federación Extremeña de Caza se alegró por “el cumplimiento de un compromiso adquirido con el sector cinegético tras las reuniones mantenidas entre Fedexcaza y el director general de Sostenibilidad” de la Junta de Extremadura.

Petición de los cazadores

Los cazadores alegan que esta mangosta “se ha expandido considerablemente por Extremadura en las últimas décadas, ocupando todo el territorio sin control alguno”. Incluso afirman que en Portugal el meloncillo “está considerado especie cinegética, lo que hacía aún más inexplicable que en Extremadura no se pudiese controlar”.

El meloncillo goza de mala prensa entre sectores agrarios

El meloncillo goza de mala prensa entre sectores agrarios / fundación aquae

En declaraciones a El Periódico de España, el presidente de la Asociación Extremeña Ganaderos del Reino, Enrique de Muslera, afirma que el meloncillo es un animal peligroso para la ganadería. “A los corderos pequeños los ataca con frecuencia. Tanto es así que en las parideras hay que encerrar al ganado en corrales para que no pueda entrar el meloncillo. Hacen verdaderos estropicios”, señala.

Y, después de Extremadura, ha llegado Andalucía. Este mismo mes de mayo, la Junta ha activado una serie de medidas “para la gestión y control poblacional del meloncilo en Andalucía, dado que la acción depredadora de este mamífero carnívoro podría dar lugar a daños en poblaciones silvestres de otras especies y en la ganadería en momentos concretos”, según la nota emitida por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul.

Recogen firmas para salvar el meloncillo

Recogen firmas para salvar el meloncillo / Shutterstock

La Junta admite que con este control poblacional (una caza sujeta a determinados condicionantes) “se da respuesta a una demanda por parte de colectivos de cazadores y ganaderos”, y reitera que también se quiere proteger a determinadas especies de caza menor, como el conejo y la perdiz.

“No hay justificación científica”

Sin embargo, no es una decisión que cuente con apoyo unánime. Grupos como Ecologistas en Acción o la Sociedad Zoológica de Extremadura cuestionan claramente la justificación de estas campañas de control. David Prado, portavoz de la Sociedad Zoológica de Extremadura, afirma en un artículo en la revista ‘Quercus’ que “esta medida llega sin ningún dato acerca de la población de la especie en nuestra región ni la cuantía de los supuestos daños al sector ganadero que la han motivado”.

Distribución geográfica del meloncillo

Distribución geográfica del meloncillo / CSIC

De hecho, Prado señala que no hay justificación científica, “si atendemos al único estudio del que se dispone sobre la especie”, que fue publicado en 2004 por la propia Junta y la Universidad de Extremadura, y en el que “figura la contundente exclusión del meloncillo como sospechoso de la mayoría de los ataques a gallineros, habiéndose demostrado que este carnívoro está activo durante las horas de luz, mientras que los daños denunciados se producían durante la noche”.

Además, según David Prado, “sorprende el hecho de que la mayoría de las denuncias se localizaban geográficamente en zonas que no se corresponden con las de mayor abundancia del meloncillo”.

Una campaña de recogida de firmas emprendida en change.org para protestar contra la caza del meloncillo ha logrado reunir hasta ahora 70.000 firmas, y su número sigue creciendo.

Los hábitos alimenticios de esta especie se centran en el conejo (sobre todo, sus crías), ratas, ratones, serpientes, lagartos y lagartijas, así como algunas aves, anfibios e insectos. Un documento del Ministerio de Agricultura detalla que el meloncillo es “encarnizado enemigo de los ofidios”, por lo que “habría que resaltar el importante papel que desempeña en el control de la población de víboras”. Y, a su vez, el meloncillo es uno de los platos favoritos del lince, especie que trata de reintroducirse en amplias zonas del país.

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