Este año toca aprender matemáticas, sobre todo para aquellos que o no atendimos en clase, o hicimos novillos o eramos de letras, esto último para los que vayan peinando canas. La comprensión de la normativa federativa para el ascenso a segunda división de este año de locos por mor de la maldita pandemia, nos exige que tengamos las mínimas bases de conocimientos matemáticos. Tampoco es que debamos ser unos nuevos Euclides, Pitágoras o Leibniz, de nuevo el de la tortuga y el cálculo infinitesimal, conque nos apliquemos un poco parece que tendremos suficiente. El caso es que nos podemos quedar sin ascenso, o posibilidad de disputarlo, por culpa de un coeficiente. Tras la primera fase entra en juego, no en el terreno, sino en la excepcionalidad de la normativa lo que en matemáticas es un factor vinculado a un monomio. Dado un divisor del monomio, el coeficiente es el cociente del monomio por el divisor. Complejo negro sobre blanco, y peor en la soledad del encerado.

El álgebra vuelve a nuestras vidas, en una especie de pesadilla en la que nos vemos de nuevo cursando bachillerato, lo que para algunos no deja de ser una ventaja si tenemos en cuenta que Celaá insiste en permitir pasar de curso con cates a porrillo en odiosa comparación a cuando eras obligado a repetir por causa de tu bajo rendimiento. Pero volviendo a esta dualidad balompié/álgebra, al Hércules, dirección deportiva y entrenador, además de a los herculanos, nos ha tocado calcular el coeficiente con el que pasarán a la segunda fase, la de seis equipos, en la que al enfrentarse, el Hércules si es que todo va como es debido, con los tres primeros del subgrupo catalán, que consta de once equipos, uno más que el de los valencianos y baleares, accederán a ella con un coeficiente que se deberá calcular al jugar dos partidos más que estos últimos. Dice textualmente la normativa de la RFEF en sus bases de competición para la Segunda División B en su sección segunda de sistemas de competición 1,II segundas fases específicas: «La clasificación se realizará mediante el sistema de puntos, ….., a los que se añadirán los puntos o coeficiente (en aquellos equipos que provenga de grupos con subgrupos de 10 y 11 equipos), así como los goles en pro y en contra y los resultados obtenidos en la Primera Fase». O sea que por primera vez, y esperemos que única, la clasificación final en estos grupos los guarismos tendrán decimales. Por una ridícula décima te puedes quedar fuera de la lucha final por el ascenso a segunda división. En esta liga que nos hace desempolvar nuestros escasos conocimientos matemáticos, en la que la suma de un polinomio de 18 monomios, los puntos que otorguen victorias o empates, dará como resultado la puntuación de arrastre a la segunda fase, no se debería apostar por la excelencia defensiva ante la potencia ofensiva, sobre todo si tienes plantilla con la calidad que exige la segunda opción. La primera puede llevarte a más empates de los deseados, mientras que la segunda apuesta por la victoria, además de desearla. La brevedad en este caso exige esfuerzos más intensos y decisiones más valientes.