Los números, el juego y las sensaciones le dan la razón al entrenador del Hércules, David Cubillo, y al director deportivo, Carmelo del Pozo, cuando apostaron por un cambio radical de la fisonomía del equipo que el curso pasado penó como nunca por la categoría de bronce del fútbol español. Solo dos titulares en la victoria del pasado domingo (2-0) en el Rico Pérez ante el Orihuela, el portero Falcón y el extremo Borja, fueron titulares en la misma quinta jornada del curso pasado, disputada el 22 de septiembre de 2019, en la que el conjunto blanquiazul fue humillado por el mismo rival de la Vega Baja (1-3) en el partido de transición que dirigió en el banquillo Jose Vegar tras el despido de Lluís Planagumà y la llegada de Jesús Muñoz.

Tras aquella sonrojante derrota, conjunto blanquiazul se situó penúltimo con un solo punto en cinco partidos tras encadenar un empate y cuatro partidos perdidos. Catorce meses después, el Hércules de Cubillo permanece invicto esta temporada después de tres victorias en casa y dos empates a domicilio, en los que también tuvo opciones de conseguir los tres puntos.

El «golpe de timón» en el vestuario, el banquillo y la dirección deportiva era inevitable y está dando sus frutos. Del curso pasado, solo el portero y capitán Falcón, el lateral izquierdo Nani y los extremos Jesús Alfaro y Borja Martínez están contando como titulares para el preparador madrileño. Y en el caso de los dos jugadores de banda, que están rindiendo a muy buen nivel, Alfaro y Borja disfrutan de más minutos por las lesiones de fichajes llamados a marcar diferencias y con la vitola de titulares como Pedro Sánchez, Jon Erice y El Toro Acuña.

Aunque la considerada «segunda unidad» del Hércules está respondiendo con creces, estas tres bajas condicionan el plan inicial de Cubillo, en el que solo partían como titulares fijos del curso pasado Falcón y Nani, lo que equivale a una renovación de más del 80% del «once» que en la campaña anterior coqueteó con el descenso a Tercera hasta que se suspendió la competición por la pandemia.

En este Hércules de la 2020/21 se han quedado, de momento, fuera del foco jugadores de gran peso en las temporadas anteriores como el central Pablo Íñiguez y el centrocampista Diego Benito, mientras que otro mediocentro como el sub’23 Pedro Torres vio frenada su gran proyección a comienzos de octubre por el coronavirus y no se pudo estrenar hasta el pasado domingo.

De momento, y tras superar varios problemas físicos que arrastraba desde el curso pasado, Íñiguez aún no ha debutado y el joven Teo Quintero se ha convertido en la primera opción de Cubillo en las rotaciones de los dos centrales, Tano y Moisés García, que se han convertido en un «seguro de vida» defensivo para este equipo, que solo ha encajado un gol en cinco partidos frente a los nueve que llevaba en contra a estas alturas del curso pasado.

Por su parte, Diego Benito se estrenó el domingo pasado y disputó sus primeros 10 minutos de la temporada al entrar desde el banquillo en una demarcación en el centro del campo con mucha competencia: Armando, Moyita -que ha retrasado su posición desde la mediapunta-, el sancionado Appin y el lesionado Erice.

«El punto fuerte y lo mejor del equipo este año es la competencia que tenemos en el vestuario», destacó ayer Pedro Torres. «Hay muy buenos jugadores en todas las posiciones, el que entra desde el banquillo mantiene el nivel y eso es clave para que el equipo esté arriba», añadió.

La renovación del Hércules se somete este domingo (12.00) al test más exigente posible por el momento con la visita al intratable líder Ibiza, que ha ganado sus cinco partidos, y Cubillo no podrá contar aún con Acuña, Raúl Ruiz, Pedro Sánchez, Jon Erice y Benja. Solo recupera al francés Kevin Appin, sancionado ante el Orihuela el domingo pasado.