Emilio Maestre Coronel (Elda, 1887-1968), industrial y comerciante, fue detenido el 1 de octubrede 1936 y procesado en la capital alicantina por desafección a la República. El 24 de noviembre de 1936 compareció, junto a otros 26 eldenses inculpados por el mismo motivo, ante el Jurado de Urgencia, siendo condenado por este tribunal de jurisdicción especial a la pena múltiple de trabajo obligatorio con privación de libertad durante tres años, multa de 100.000 ptas., pérdida de derechos civiles y políticos y privación de cargo público, así como de los derechos pasivos de toda clase, profesión, industria u oficio que pudieran corresponderle.

Su indulto sería solicitado por el socialista Pascual Sánchez Martínez, secretario general de la Casa del Pueblo de Elda, y por el anarquista Elías Ibáñez Morcillo, en representación de la C.N.T. y como secretario de la Federación Local de Sindicatos Únicos, quienes afirmaron que el penado no había pertenecido a partidos de derecha, tenía acreditada su adhesión al régimen como demócrata y que había sido «un decidido protector de los trabajadores, a los que trató como verdadero afecto y respeto». Tras la guerra, Pascual Sánchez fue sentenciado a pena de muerte, conmutada a 30 años de prisión, mientras que Ibáñez Morcillo fue ejecutado en Elda en noviembre de 1939.

Firma de Emilio Maestre Coronel.

Conocemos algunos datos fragmentarios de la vida de Emilio Maestre Coronel. Era el primogénito de Emilio Maestre Vera (hijo predilecto de Elda desde 1913) y de Luisa Coronel Rico. Fue continuador de una razón social dedicada a la especialidad de la curtición de pieles fundada en 1865. Concejal en 1920, desempeñó la Depositaría municipal, siendo alcalde su tío Joaquín Coronel Rico. El 28 de septiembre de 1922 suscribió, en compañía de Luis Amat y José Catalán Gras, un manifiesto impreso titulado ¡Alerta, pueblo de Elda!, contrario a las bases de un convenio que se pretendía alcanzar entre el Ayuntamiento de Elda y la Sociedad de Aguas de Alicante. En 1925 formaba parte del consejo de administración de Aguas del Canto, S.A., y en diciembre del año siguiente contrajo matrimonio con Teresa Porta Rausa (hija de Antonio Porta Bernabé y Joaquina Rausa Folqués), del que nacerían Mª Teresa, Emilio y Luisa. Fue encausado por imprudencia, junto a Joaquín Coronel y José Catalán, en el caso de los tres delitos de estafa que se le imputaron a José A. García de Carlos, secretario del ayuntamiento, cuya vista pública se celebró en Monóvar el 6 de agosto de 1927. En 1930 fue invitado junto a otros prohombres de la zona (Antonio Porta, Luis Villaplana, Antonio Chico de Guzmán, Francisco Vera Santos, Pedro Bellod Payá, Trinidad Vera, Enrique Puigcerver y Manuel Vera) a la inauguración de la nueva oficina del Banco Hispano Americano en Elche y en octubre 1932 sufrió un robo en su almacén de curtidos, donde la fueron sustraídas 36 pieles Calcuta.

Recibida la petición sobre Emilio Maestre en la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo, fueron recabados los preceptivos informes del Reformatorio de Adultos, de la Fiscalía de Alicante, del delegado del Frente Popular que actuó como representante del Ministerio Fiscal en el Jurado de Urgencia, del presidente del mismo órgano sentenciador y del representante de la Fiscalía de la República en la Sala competente, de los que resultaron favorables los tres primeros y los dos últimos parcialmente contrarios al perdón.

Anuncio en Horizonte, 1932

La Sala de Gobierno del alto tribunal, en atención a estos dos últimos informes, acordó por mayoría mantener la sanción económica, abonable en pagos al Estado o consignación en las arcas del Tesoro público, y levantar las demás penas «ya que la entidad y alcance de las accesorias no permitirían ampoco mantenerlas en términos de equidad». Dicha resolución fue adoptada en Valencia, mediante auto del 23 de marzo de 1937, por el presidente de Sala, Mariano Gómez, los magistrados Demófilo de Buen, Fernando Albarrátegui, Alberto de Paz, Mariano Granados, José Mª Álvarez y Eduardo Ortega, fiscal. Emilio Maestre Coronel fue puesto en libertad el 31 de marzo del mismo año.

(*) El autor desea expresar su agradecimiento a Emilio Maestre Vera y Luis Maestre Amat por su valiosa colaboración.