El grupo Alibérico apuesta fuerte por su filial alicantina, RedBond Composites, donde produce paneles de aluminio para impresión digital, como los que se utilizan en la señalética de espacios públicos o con fines decorativos. El conglomerado presidido por Clemente González Soler anunció ayer que ha llegado a un acuerdo con Repsol para comprar los terrenos anexos a sus actuales instalaciones en el área industrial de Agua Amarga, en la carretera de Alicante a Elche, con el objetivo de construir una nueva nave completamente digitalizada de 7.500 metros cuadrados.

Una ampliación que, más que aumentar su capacidad de producción, que en la actualidad ya alcanza los dos millones de metros cuadrados de panel, lo que permitirá es mejorar la capacidad de almacenaje de materias primas y producto terminado de la compañía. Y, sobre todo, mejorar su logística con visos a atacar el mercado estadounidense y el resto del continente americano, según confirmó ayer el propio Gónzalez Soler.

RedBond Composites ya exporta en estos momentos el 95% de su producción, pero el destino mayoritario de estos envíos son los países europeos, donde se puede trasladar la mercancía por camión. Sin embargo, «a la hora de vender a Estados Unidos y al resto de países de la fachada atlántica de América, necesitas hacerlo por barco, y para eso tenemos que tener capacidad para cargar contenedores en la fábrica», explica el empresario.

El objetivo es muy ambicioso, ya que el propietario de Alibérico -el mayor grupo familiar europeo de semitransformados de aluminio- pretende duplicar la facturación de su filial alicantina en un plazo de tres a cuatro años, gracias a esta apuesta. Un ritmo al que ya está habituada la firma, que entre 2016 y 2019 ya pasó de 3,4 a 11,5 millones de ingresos, según los balances depositados en el Registro Mercantil. Es decir, que triplicó su cifra de negocio.

La adjudicación, en enero

La compañía se encuentra en estos momentos finalizando el proyecto técnico, en colaboración con Tectum Ingeniería, y la previsión es sacar a concurso las obras el próximo mes de enero. La nueva planta será una edificación basada en criterio sostenibles y altamente digitalizada, según destacan desde la compañía. La operación de compra de los terrenos lleva gestándose varios meses, aunque ha sido esta semana cuando definitivamente se ha firmado ante notario. El propio González Soler destaca la apuesta por la firma alicantina que supone esta inversión, que ni siquiera la pandemia de covid-19 ha logrado detener.

Alibérico puso en marcha RedBond Composite en el año 2012, con una primera línea de producción de paneles de aluminio para impresión digital. En 2018 instaló una segunda línea con tecnología propia para ampliar su capacidad de producción y diversificar su gama de productos, lo que le permitió ofrecer los mayores paneles del mercado en cuanto a dimensiones se refiere. La compañía ha logrado el reconocimiento y la homologación de los principales fabricantes de impresoras a nivel mundial.

Alibérico es el primer grupo privado español y el primer grupo familiar europeo fabricante de productos semitransformados de aluminio. Está integrado por 35 empresas y cuenta con 17 fábricas en cuatro continentes. Su plantilla supera los 1.200 trabajadores.

Un empresario gallego con corazón alicantino

De origen gallego, el propietario de Alibérico, Clemente González Soler, mantiene fuertes lazos con la provincia de Alicante, donde tiene una de sus residencias. Tras graduarse como ingeniero aeronáutico, González Soler inicio su carrera profesional como becario en la fábrica de la entonces Empresa Nacional de Aluminio (Endasa) en Alicante, donde sólo cuatro años después ya ocupaba el cargo de responsable de Ingeniería y donde continuó desempeñando varios cargos de responsabilidad hasta mediados de los ochenta. Tras pasar por otras multinacionales, fue en 1996 cuando se decidió a crear Alibérico, que hoy ha convertido en una de las mayores firmas del sector.