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Mercalicante resiste la crisis hostelera y sostiene el volumen de negocio

El incremento de la demanda de consumo en los hogares amortigua la reducción de ventas a restaurantes y hoteles en el sector hortofrutícola, que crece un 2% en el último trimestre

Venta de productos hortofrutícolas en Mercalicante, dirigido a mayoristas. | INFORMACIÓN

La crisis que azota a la economía alicantina, basada en actividades vinculadas al turismo y los servicios, y la caída en picado de la facturación del sector hostelero no está afectando al principal proveedor de productos hortícolas de la provincia, que ha salido incluso reforzado. Mercalicante -empresa mixta creada por el Ayuntamiento de Alicante y Mercasa- está resistiendo a la recesión desencadenada por el covid en un escenario en el que la demanda de género desde bares, restaurantes y hoteles se ha reducido de forma considerable. En este complicado contexto, el mercado mayorista está consiguiendo aguantar el tipo gracias al incremento de consumo de los hogares, que en los últimos meses han reforzado su apuesta por llenar la nevera en establecimientos de proximidad y, con ello, ha contribuido a mantener el volumen de mercancías comercializadas.

En los últimos tres meses contabilizados -julio, agosto y septiembre-, el Mercado Mayorista y la Zona de Actividades Complementarias del clúster agroalimentario ha realizado transacciones de venta de productos frescos con un volumen de 58.882 toneladas de frutas y hortalizas, según precisan fuentes de la compañía. La cifra supone un incremento del 2,08% respecto al mismo periodo de 2019, es decir, antes del vendaval generado por la pandemia de coronavirus. De igual forma, también ha aumentado la comercialización de pescados en torno a un 3% en comparación con el ejercicio anterior y sólo los productos cárnicos han registrado un descenso cifrado en el 15% en el mencionado trimestre. En cualquier caso, un porcentaje menor que durante el primer trimestre de 2020, cuando se desató la crisis del covid-19 y las ventas de carne se desplomaron hasta un 30,5%, según datos aportados por la gerencia.

Mercalicante se posiciona así como uno de los principales proveedores del sector hostelero que no está resultando afectado por la complicada coyuntura que atraviesan los suministradores del canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías), mientras otras firmas ligadas a esta actividad arrastran balances negativos desde el inicio del año y se enfrentan a un horizonte incierto por las restricciones a la actividad turística y la movilidad social.

La directora general del mercado mayorista alicantino, Dolores Mejías, explica que buena parte de la comercialización de los productos que se ofertan en la empresa «son productos de cercanía que se venden en la propia provincia y zonas limítrofes», aunque algunos operadores se dedican también a la exportación de productos, principalmente en el mercado europeo. «Yo creo que las familias hemos recordado esos conceptos de frescura y cercanía que nos ofrece el comercio local. Estamos valorando más la alimentación fresca y el consumo en el hogar está paliando el parón de la hostelería y la restauración», apunta a este diario.

Mejías subraya que los operadores de Mercalicante que hasta ahora estaban especializados en nutrir al canal Horeca han reformulado su actividad para satisfacer las necesidades de una población que, con la pandemia, ha modificado hábitos sociales e inevitablemente pasa más tiempo en casa. Con ello, se han impulsado las transacciones con comercios de proximidad y pequeños supermercados, apostando también por nuevas fórmulas de distribución, como ofrecer a los consumidores la posibilidad de realizar compras online. Todo ello está contribuyendo a cuadrar las cuentas del sector y sortear la pérdida de volumen de negocio por el parón hostelero.

Desinfección

Adaptarse a las nuevas circunstancias para garantizar la seguridad en tiempos de pandemia epidemiológica está suponiendo un desembolso extraordinario para Mercalicante, que ha potenciado las medidas de limpieza, higiene y desinfección desde la pasada primavera. Aunque la puesta en marcha de esos protocolos extraordinarios incrementará la cuenta de gastos de la entidad, los gestores confían en que las cuentas anuales volverán a reflejar resultados positivos como ocurrió en el año 2019, cuando se cerró el ejercicio con un beneficio que superaba los 531.000 euros, lo que supuso un 39% más que el año anterior.

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