Después de ser rescatada y atendida hasta que recuperara la salud por una familia de Queensland, Australia, una urraca se ha convertido en uno más de la familia compuesta por una pareja y su perra Peggy.

Peggy fue, de hecho, la que encontró a la urraca abandonada y maltrecha durante su paseo habitual y alertó a Juliette, de 45 años.

La mujer cogió al pájaro y lo llevó a casa y, junto con su compañero Reece, de 52 años, buscó a un especialista de vida silvestre para el cuidado y la recuperación del ave.

En cuestión de una semana, la urraca ya se había recuperado por completo y Peggy comenzó a interesarse por ella de una manera especial, como si de su madre se tratase.

Según Juliette, la perrita, de un año, suele tener miedo a las urracas, pero con esta se mostró muy preocupada. Tanto que decidió "adoptarla" como su propio cachorro e, incluso, ha llegado a producir leche involuntariamente para su "nuevo bebé".

Ahora, Peggy y su "cachorro" urraca son inseparables y conviven de manera amistosa en su casa de Coomera.