Hasta dos horas de media estacionados en una parada. Un tiempo de espera que nunca habían sufrido esperando que un cliente pidiera un taxi para desplazarse por Benidorm. La falta de turistas y la crisis sanitaria han reducido sus «carreras» hasta casi el mínimo, tanto que, de librar solo un día la semana, han pasado a tres. El sector del taxi es otro de los más perjudicados en la capital turística. La situación actual ha dejado su facturación en un 90% menos, una cifra que prácticamente se repite en el número de llamadas para pedir un vehículo que reciben en Benidorm y la comarca. Así lo explicó a este diario el presidente de Radio Taxi Benidorm, José Antonio Gómez, quien indicó que la situación «es bastante mala» para la mayoría de los conductores.

Las cifras hablan. Si llegaban a recibir en la ciudad y la comarca una media de 1.000 llamadas al día, ahora ese número está en solo 20. A lo que se une que trabajar por la noche es apenas testimonial debido al toque de queda y las restricciones por el coronavirus. «Es brutal la situación», indicó el representante.

Y es que, con una ciudad prácticamente vacía, con solo diez hoteles abiertos, sin turistas y con negocios que también han bajado la persiana, la actividad de los taxis se ha reducido al mínimo. Así lo atestiguan algunos de los conductores quienes apuntan a que si antes libraban solo un día a la semana «ahora lo hacemos tres» y, además, las esperas en las paradas esperando un cliente se hacen más largas: «Ahora estamos una media de dos horas parados». Antes empezaban bien temprano a trabajar: «A las 7.00 horas estaban los que se iban a coger un autobús para volver a casa; luego enganchabas con los que iban a comprar o a los parques temáticos; después, llevábamos a los turistas a comer a los hoteles... y así sucesivamente». Pero ahora, nada de eso. «Si ves a un turistas se te hace hasta raro», indicaron a este diario.

Y es que «lo que antes hacías en un día, ahora tardas una semana» y pueden cerrar el día con apenas 18-20 euros ganados. «Si tienes suerte y vas al hospital de La Vila, pues haces más; si no, la carrera apenas es de 5 euros», indicó otro de los conductores.

Tampoco se funciona igual en todas las paradas. En el Rincón de Loix, que normalmente estaba lleno de turistas británicos, «da mucha pena, no hay nadie», a diferencia de otras zonas «donde hay residentes y sí se ve más movimiento».

Ayudas

El sector del taxi también pide ayudas para paliar las consecuencias del coronavirus. Así, Gómez indicó que «a cualquier ayuda que se nos dé, te coges como a un clavo ardiendo». Porque como afirman los conductores, tienen que seguir pagando préstamos, impuestos o algunos de ellos la licencia que compraron hace poco tiempo, antes de que llegara la pandemia.

El Ayuntamiento de Benidorm lanzó para ellos una línea de ayudas para los autónomos titulares de licencias de taxi o VTC con domicilio social en el municipio. En total, 120.000 euros de los que podrán beneficiarse los conductores que tuvieron que cesar su actividad como consecuencia del estado de alarma, o que entre el 14 de marzo y el 19 de abril vieron reducida su facturación al menos en un 40% respecto a los seis meses anteriores. Una línea a la que estarían acogiéndose todos ellos. Mientras, algunos esperan que esta situación pase pronto porque no saben cuánto podrán aguantar con tan poco trabajo.