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Cindy Sherman, imitación a la vida de la mujer

Obra reciente. Cindy Sherman

Cindy Sherman no mira por el ojo de la cámara, lo hace por el ojo de la cerradura desde donde observa el comportamiento de tantas y tantas mujeres que alimentan la trama de su trabajo. Con toda la teatralidad que el tema requiere, gira la cámara y la dirige hacia sí misma para retratarse convertida en cada una de ellas en una performance inagotable e inacabable donde a veces se muestra adorable y otras rencorosa. Positiva y negativa, crea fotogramas de una película moderna con apuntes históricos. Además, Sherman es una consumada actriz que aborda todos los roles protagonistas y secundarios que una mujer puede interpretar. No debemos contemplar su obra como una suerte de autorretratos, no lo son, ella no los considera así. Aunque aparece en cada una de las piezas caracterizada según la figura que representa, piensa que sólo es el vehículo que le permite adentrarse en la vida de estas mujeres, planteando cuestiones importantes sobre la mujer en la sociedad donde se desarrolla, haciendo una critica a la femineidad. Llega un momento en esta representación en que parece que la artista convertida en modelo se plantea la pose, investigando sobre la farsa o la revelación de su propia personalidad. Sus imágenes funcionan como una hibridación entre el tableau vivant y la performance.

«No se ha de ver a las mujeres que crea como auténticas mujeres, sino como el estereotipo que son, invitando al espectador a imaginar su historia», afirma.

De la serie Untitled film still (1977-1980).

De la serie Untitled film still (1977-1980). Cindy Sherman

El primer trabajo en el que destacó fue una colección de pequeñas piezas en blanco y negro, Untitled fims stills realizado entre 1977 y 1980, donde interpreta a amas de casa, a solitarias viajeras, a bibliotecarias sexys, y actrices descubiertas por paparazzi; misteriosas paseantes y jóvenes autoestopistas perdidas en el lejano oeste entre otras recreaciones que representan los clichés establecidos en el imaginario popular. Para crear a estas mujeres se inspira en Jeanne Moreau, Sofía Loren, Brigitte Bardot, Monica Vitti, Anna Magnani… Además de en el cine de Alfred Hitchcok, la serie B, la pulp fiction o la Nueva Ola francesa; apreciándose además similitudes con otras miradas desde la fotografía familiar pasando por Diane Arbus e incluso, aunque parezca extraño, Helmut Newton. Toda esta colección es propiedad del Museo de Arte Moderno de Nueva York, MOMA.

Nacida en 1954 en New Jersey, Cyntia Morris Sherman es la gran creadora por excelencia de la fotografía que medita sobre la condición femenina y las consecuencias de ser mujer, nunca nadie como ella lo hizo antes. Comparada con Nan Goldin (1953), otra de las grandes fotógrafas norteamericanas de su misma generación, vemos que la diferencia es sustancial pues en Sherman hay ficción mientras que las imágenes de Goldin son el documento de su propia vida junto a los seres que pululan a su alrededor, convirtiéndose en narradora de la vida contracultural norteamericana de su época; aquí sí podríamos hablar de autorretrato. Hay quien la considera más auténtica a lo que Cindy Sherman se defiende diciendo que esta autenticidad es debido al carácter documentalista del propio tema. Cuando Nan Goldin se fotografía con los ojos morados es por que verdaderamente ha recibido un puñetazo, mientras que Sherman se maquilla adecuadamente para fingir la agresión.

De la serie Historical portraits.

De la serie Historical portraits.

«Consideraba mi trabajo como arte a secas, nunca como gran arte. He trabajado sin reflexionar demasiado, me he sentido libre de hacer lo que tenía en mente, sin condicionamientos y al llegar la fama, de alguna manera me sentí el centro del universo, aunque nunca me ha gustado la idea de que los coleccionistas fueran a comprar mi obra por que se había convertido en una moda, por ello realicé fotos repugnantes con vómitos y caras horribles. Cuelga esto sobre el sofá, anda», comenta con gran sentido del humor.

Calificada por la prensa como la artista americana mas importante de los últimos tiempos, encasillada como creadora feminista, una etiqueta de la que no se siente satisfecha, ella insiste en la ausencia de cualquier teoría en la filosofía de su trabajo.

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