Los cronistas dejan constancia de la historia de una localidad o de una provincia. Sus crónicas son consideradas oficiales cuando han sido nombrados para ocupar dicho cargo por el municipio o la diputación. Pero, a lo largo de los siglos, también ha habido grandes cronistas que han escrito sobre la historia de una ciudad o de una provincia sin haber ostentado el cargo oficialmente. Son los llamados cronistas oficiosos.

La persona elegida para ostentar el cargo de cronista oficial suele distinguirse por su labor de investigación y divulgación de la historia local o provincial. Es el asesor de la correspondiente institución en materia histórica y, en la actualidad, el cargo no suele estar remunerado con un sueldo.

Desde hace unos años, la figura del cronista oficial está siendo cuestionada por quienes consideran que no tiene mucho sentido mantenerla en una época en la que la información está al alcance de todo el mundo a través de internet. Frente a ellos se encuentran quienes defienden su permanencia porque tienen la responsabilidad de escribir para la posteridad la «historia oficial» de lo que acontece, teniendo acceso además a toda la documentación que existe en los archivos, sin restricción alguna.

Casi todos estos cronistas oficiales aparecen en el «Diccionario bio-bibliográfico de los Cronistas Oficiales de España», publicado en 2018. Mi agradecimiento a Antonio Luis Galiano Pérez.

LOS INICIOS

El primer cronista del que tenemos noticia en Alicante es del siglo XVI, si bien es una noticia indirecta. Así lo explican los profesores Armando Alberola y Cayetano Mas en el estudio preliminar del facsímil de «Ilice ilustrada», publicado por el Ayuntamiento de Alicante en 1991: «Según Bendicho, el primer trabajo sobre la historia de la ciudad consistió en un discurso leído por el Licenciado Martín Bartolomé García en el año 1600».

Es decir, la única obra que se conoce sobre la historia alicantina de este licenciado García es un discurso cuyo texto está perdido.

Alberola y Mas continúan escribiendo: «Por otra parte, existen ciertas noticias referidas a otra Historia de la ciudad escrita durante el siglo XVII por Sebastián Nicolini, sacerdote alicantino, doctor en Cánones y Canónigo de la Colegial de Játiva, localidad en la que murió en 1681. Su título era “Origen, fundación y excelencias de la Ilustre, Augusta, muy noble y muy Leal Ciudad de Alicante”, y aunque aparece citada en algunos elencos bibliográficos lo cierto es que nunca se ha sabido nada de ella».

Vicente Bendicho

Nació en Elche en 1584.

Se ordenó sacerdote en Orihuela y continuó sus estudios de Teología en Tortosa, obteniendo el doctorado. Fue párroco en Alicante y Mutxamel.

Siendo deán de la colegiata de San Nicolás, escribió la «Chronica de la Muy Ilustre, Noble y Leal ciudad de Alicante», dedicada al justicia, jurados y Consejo de dicha ciudad.

Falleció en Alicante el 14 de abril de 1642.

Juan Bautista Maltés y Lorenzo López

Ambos fueron jesuitas y llegaron a ser superiores de su orden en Alicante.

Maltés nació en Alicante el 6 de abril de 1646, en el seno de una antigua familia aristocrática. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1662. Escribió el borrador de una crónica sobre la historia de la ciudad de Alicante. Falleció el 14 de enero de 1712 en Gandía.

López nació en Alicante en 1680. Estudió Gramática y Artes en el colegio jesuita de Alicante y obtuvo la cátedra de Teología en Valencia. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1698. Según cuenta en su «Prefacion», completó el borrador de la crónica que había escrito Maltés. Murió en Alicante en 1758.

La crónica iniciada por Maltés y concluida por López no fue publicada hasta 1880 con el título de «Ilice ilustrada. Historia de la muy Noble, Leal y Fidelísima Ciudad de Alicante».

DE LA PROVINCIA

Juan Vila Blanco

Nació el 24 de junio de 1813 en Alicante.

Estudió en Alicante, Orihuela y Valencia. Fue periodista, poeta y funcionario de Correos en Albacete, Castellón y Alicante. Socio correspondiente de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Fundó y fue redactor de varios periódicos y revistas literarias en Alicante. Publicó poemarios y crónicas sobre la historia de la ciudad.

Padecía de ceguera.

Fue nombrado cronista oficial de la provincia el 3 de enero de 1867. Censurado tras la Revolución de 1868, hubo de dejar el cargo en noviembre de ese año, pero volvió a ser nombrado en octubre de 1875, ostentándolo hasta su muerte.

Falleció en Alicante el 23 de enero de 1886.

José Pastor de la Roca

Nació el 20 de febrero de 1824 en Dolores.

Estudió en Orihuela y Valencia. Residió casi toda su vida en Alicante. Fue procurador judicial, poeta y político. Desempeñó los cargos de vicepresidente de la Diputación Provincial y de gobernador civil. Publicó numerosos artículos y varias crónicas y novelas históricas. Colaboró con periódicos alicantinos y fundó varias revistas.

Fue nombrado cronista oficial de la provincia en noviembre de 1868, tras ser censurado Vila Blanco. Ocupó el cargo hasta su muerte. Renunció a sus emolumentos como cronista en julio de 1869, pero recibió de la Diputación 1000 escudos anuales para gastos.

Murió el 22 de octubre de 1875 en Alicante.

Gabriel Miró Ferrer

Nació el 28 de julio de 1879 en Alicante.

Estudió en Orihuela, Alicante, Ciudad Real, Valencia y Granada, licenciándose en Derecho. Trabajó como funcionario en el Ayuntamiento de Alicante, en la Diputación Provincial y en la Junta de Obras del Puerto. No aprobó las oposiciones a judicatura a las que se presentó en 1905 y 1907. Marchó a vivir a Barcelona en 1914, donde trabajó en el Ayuntamiento y en la editorial Vecchi y Ramos.

Fue un novelista de éxito, publicando numerosos libros. Colaboró con periódicos de Alicante, Madrid, Barcelona y Buenos Aires. Fue desestimada en 1927 la propuesta que presentó Azorín para que ocupase un sillón en la Real Academia de la Lengua, debido a la campaña de desprestigio que sufrió, entre los sectores más conservadores, tras la publicación en 1926 de su novela «El obispo leproso».

Se casó en 1901 con Clemencia Maignon, con quien tuvo dos hijas.

Fue cronista oficial de la provincia entre el 12 de octubre de 1908 y el 23 de mayo de 1910, con sueldo de 1800 pesetas anuales, y entre el 1 de enero de 1912 y enero de 1919, con sueldo de 2000 pesetas anuales, aunque estuvo varios años sin cobrarlo.

Vivió en Madrid desde 1920, ocupando un puesto en el Ministerio de Instrucción Pública.

Falleció el 27 de mayo de 1930 en Madrid.

Gonzalo Vidal Tur

Nació el 8 de mayo de 1895 en Onteniente.

Ordenado presbítero el 25 de mayo de 1915 en Orihuela, se licenció en Teología y Filosofía y Letras. Fue capellán del Ejército, profesor del Seminario de Orihuela, profesor del Instituto de Alicante, archivero de la Diputación Provincial, párroco de San Juan Bautista de Benalúa. Autor de varios libros de historia y numerosos artículos publicados en la prensa alicantina. Su obra «Alicante: sus calles antiguas y modernas» (1974) contiene algunos errores graves y adolece de un marcado sesgo ideológico franquista, pero no deja de ser de lectura obligada para conocer la historia del callejero alicantino.

El 16 de enero de 1940 fue nombrado cronista oficial de la provincia.

Fue enterrado el 8 de noviembre de 1979 en el cementerio de Alicante. El Ayuntamiento compró a sus herederos en octubre de 1988 su biblioteca, de más de 800 ejemplares, que se conserva en el Archivo Municipal.

Vicente Ramos Pérez

Nació el 7 de septiembre de 1919 en Guardamar del Segura.

Estudió en Valencia y Madrid, doctorándose en Filosofía y Letras con una tesis sobre Gabriel Miró. Trabajó de maestro en Alcoy e impartió clases de español en Estocolmo entre 1957 y 1959. También trabajó en la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Fue miembro de la Real Academia de Historia.

Contrajo matrimonio en 1943 con Manolita Moya García, con quien tuvo dos hijos.

Ingresó en Unión Valenciana, siendo elegido diputado en las elecciones generales de 1982. Al año siguiente abandonó Unión Valenciana y se pasó al Grupo Mixto, hasta 1986.

Publicó numerosos libros y artículos en la prensa alicantina y fundó dos revistas literarias. Creó la biblioteca Gabriel Miró.

En 1970 fue nombrado cronista oficial de la provincia. Entre 2000 y 2006 publicó «Historia de la Diputación Provincial de Alicante» en cuatro tomos.

Fue nombrado hijo adoptivo de Alicante. Hay una avenida con su nombre.

Falleció el 2 de junio de 2011 en Alicante.

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