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Frenazo burocrático a licencias «exprés»

La fórmula de «proyectos prioritarios» para agilizar trámites encalla en el envío de la documentación entre la Agencia de Desarrollo y Urbanismo

El Club de Regatas, a la espera de permisos para rehabilitar la fachada.

El bipartito de Alicante (PP y Ciudadanos) impulsó la figura del «proyecto prioritario» para reactivar la economía ante la situación de crisis económica derivada de la pandemia de covid. «La declaración como proyecto prioritario conlleva reducir a la mitad los plazos de tramitación», según figura en la página web de la Agencia Local de Desarrollo, aunque sin concretar. Con esta decisión, el objetivo del equipo de gobierno liderado por Luis Barcala pasaba por dar prioridad a los grandes proyectos, a los que más puestos de trabajo generasen y a los que propiciasen una mayor inversión en la ciudad. En concreto, a los que creasen un mínimo de diez puestos de trabajo indefinidos durante un mínimo de diez años y una inversión en activos fijos, excluidos los inmobiliarios, superior a los 600.000 euros.

La realidad, sin embargo, tiene otra cara. Por ejemplo, con un asunto que parecería, a priori, baladí como el envío de documentación entre la Agencia Local de Desarrollo, el órgano dirigido por Mari Carmen de España y encargado de decretar qué proyectos son prioritarios, y la Concejalía de Urbanismo, encabezada por Adrián Santos Pérez y responsable de la concesión de la licencia. Fuentes municipales técnicas explican que el envío de esa documentación entre órganos municipales separados por apenas doscientos metros puede demorarse hasta un mes en función del mecanismo elegido. «Hay proyectos ya elegidos prioritarios por la Agencia de Desarrollo cuya tramitación se ralentiza simplemente por la formula de remisión del expediente de un departamento a otro si no se hace por la vía correcta», explica un responsable municipal vinculado a la gestión de permisos urbanísticos.

En la práctica, supone que una fórmula diseñada para agilizar la tramitación de las licencias, que se demora demasiados meses en condiciones normales, puede encallarse simplemente por el mecanismo elegido para remitir la documentación de un área municipal a otra. Hasta un mes, e incluso algo más, calculan que puede frenarse en seco la tramitación al no emplearse la vía más directa. «La documentación puede acabar en el montón de un funcionario que no está al tanto de los proyectos prioritarios», añaden las mismas fuentes, que esperan que desde la Agencia de Desarrollo modifiquen las vías elegidas para que no se culpe de los retrasos a funcionarios de Urbanismo.

Un caso práctico sucedió recientemente. En el Debate sobre el Estado de la Ciudad, Barcala anunció que el Ayuntamiento había aprobado catorce proyectos prioritarios en apenas medio año, con sesenta millones de inversión y la generación de más de cuatrocientos empleos. Sin embargo, días después, en Urbanismo sólo tenían constancia de ocho proyectos. Ni rastro de los otros seis. Entre los sectores y actividades a las que todo apunta dirigidas estas inversiones se encuentra el desarrollo tecnológico y energético, alimentación, hotelero, acuicultura marina, desarrollo inmobiliario, implantación de instalaciones deportivas, nuevos espacios logísticos para distribución de producto o de construcción de residencias geriátricas, principalmente.

A la espera de licencia, entre otros proyectos, se encuentra la iniciativa hotelera anunciada sobre el antiguo hotel Ideal, que está a la espera de que los técnicos emitan los informes derivados de la visita que realizaron al edificio hace casi dos meses. El proyecto, impulsado por Baraka, prevé una inversión de 3,5 millones de euros con medio centenar puestos de trabajo fijo y una veintena de mano de obra indirecta durante la obra, según la documentación que obra en el expediente del Ayuntamiento de Alicante.

El Club de Regatas, a la espera de permisos para rehabilitar la fachada

El Club de Regatas está a la espera de licencia para devolver a su imagen original la fachada sur de su sede principal, que no está protegida y que se vino abajo hace un año, durante unos trabajos de rehabilitación. La Autoridad Portuaria dio el visto bueno al proyecto el pasado mes de junio. A partir de entonces, la Junta Directiva del Club empezó los trámites para conseguir el permiso municipal, que se ha ralentizado al situarse en la zona un vestigio bélico.

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