Alicante se acerca a la Navidad con el brillo que da el tradicional alumbrado, que este año llega con una antelación de 20 días respecto a 2019 -cuando las luces se encendieron tarde y mal- para animar a la hostelería y el comercio, tan necesitados por las restricciones derivadas de la situación sanitaria. Con el encendido de los adornos, 780 arcos y guirnaldas con dos millones de luces led, activado al anochecer, ayer, de forma simultánea en toda la ciudad, Alicante se convierte en la segunda capital de provincia española, tras Valladolid, que inaugura el alumbrado navideño. Esta vez la Navidad llega antes que a Vigo, que a Málaga, que a Madrid.

El público que se encontraba en la Rambla a la hora del encendido oficial no pudo reprimir los aplausos ni las exclamaciones de admiración cuando se hizo la luz. Se iluminaron los arcos de la avenida a la vez que el árbol de Navidad de 18 metros de altura con 14.000 luces led en oro y blanco en la Explanada; que el elegante decorado luminoso de las calles Gerona y Altamira; que el icono luminoso de la plaza de Ruperto Chapí con 16.000 luces led en azul junto al Teatro Principal; que la bola gigante transitable por debajo con 17.000 led en dorado en la Montañeta; que las luces que envuelven las palmeras de Luceros y las guirnaldas que decorarán más de un centenar de calles hasta el 6 de enero.

Frente al pobre acto de inauguración que se celebró en 2019, cuando el alcalde, Luis Barcala, dejó solos a los concejales de Fiestas y Comercio, Manuel Jiménez y Lidia López, en el encendido, únicamente, de cuatro calles del centro un 10 de diciembre, en el acto oficial de ayer participó buena parte del equipo de gobierno, formado por PP y Ciudadanos. Solo faltaron cuatro ediles. El grupo se fotografió ante el árbol de la Explanada antes de realizar un recorrido por los distintos iconos de la Navidad. En su mensaje, tanto el regidor como la vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez, destacaron el adelanto en el encendido para incentivar la actividad económica tan menoscabada por la pandemia e invitaron a los alicantinos a disfrutar de las fiestas desde la responsabilidad. Al acto asistieron el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Carlos Baño; y el secretario general de la patronal del pequeño y mediano comercio (Facpyme), Francisco Rovira; pero las asociaciones hosteleras invitadas ayer mismo declinaron participar. Sí que acudieron la presidenta de la Federació de Fogueres, Toñi Martín-Zarco, junto a la Bellea del Foc, Isabel Bartual, y la representante Infantil, Noelia Vinal.

«Ha sido como una inyección de ilusión poder ver iluminadas las principales vías comerciales de Alicante. Hemos adelantado el encendido por una razón evidente, para intentar que la ciudad se active, que esté pensando en Navidades, que haya esperanza, que la gente se anime y el comercio pueda ir superando la situación tan complicada que estamos viviendo. Van a ser unas Navidades totalmente atípicas, seguimos con el virus por aquí rondando pero vamos a hacerlo con optimismo, viviendo unas fechas que siempre serán entrañables pase lo que pase. Que estas luces simbolicen ese horizonte de claridad y de color que todos queremos», dijo Barcala tras el encendido, que llegó una semana antes del Black Friday.

La vicealcaldesa recordó la leyenda europea que refiere que Santa Claus sale de Alicante, «la ciudad de la Navidad. Y qué mejor que hacerlo (la inauguración del alumbrado) cuanto antes y más en este año que la pandemia ha hecho estragos. Por eso más que nunca necesitábamos el brillo de las luces para incentivar el comercio y la hostelería, que los ciudadanos consuman y se siga moviendo la economía».

El alumbrado navideño corre a cargo este año de la empresa Iluminaciones Ximénez, con un presupuesto en torno a 290.000 euros, 100.000 más que el año pasado.