«Dejen de criminalizarnos, está probado que los restaurantes no somos foco de contagio. Nos han cogido como cabeza de turco cuando los contagios en la hostelería son el 1,9%. El problema es el ocio sin control en las casas particulares, en los bares y restaurantes se cumplen las medidas y son espacios seguros». Este es el llamamiento del sector hostelero alicantino a la Conselleria de Sanidad y al Consell en general. Coinciden tanto la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA) como la Asociación Provincial de Empresarios de la Hostelería (APEHA).

Tras conocer que la conselleria estaba contabilizando como brotes sociales los producidos dentro de hospitales, que deberían ser considerados como laborales, los empresarios insisten en que no se les criminalice.

«Deberían distinguir entre lo que son las salas donde se reúne el personal sanitario para comer o tomarse un café con la cafetería del hospital donde también entra gente de la calle. En el primer caso es claramente un brote laboral», explican tanto César Anca, presidente de ARA, como Miguel García Navarro, vicepresidente de APEHA.

La preocupación en el sector es palpable de cara a las próximas fiestas navideñas. Confiaban en que con las últimas medidas restrictivas que tomó el Consell y que se prolongarán hasta el 9 de diciembre, como la reducción de horarios y el cierre perimetral, en Navidad la situación sanitaria habría mejorado lo suficiente como para suavizar las medidas. Pero tras las palabras de la consellera Ana Barceló en las que avanzó que se estudiarían nuevas restricciones para las fiestas de cara a evitar el descontrol de casos por reuniones familiares y de amigos y que ayer confirmó el presidente Ximo Puig, los hosteleros muestran su inquietud.

«Ya trabajamos con un tercio del aforo y sin barras, no quiero ni pensar en una vuelta de tuerca más. Sería la muerte para muchos de nosotros porque ya no tenemos colchón, se fue con el primer confinamiento. Prefiero ser optimista y pensar que a partir del día 9 las medidas no serán más restrictivas aún para la hostelería», señala García Navarro.

En la misma línea, César Anca va más allá y piensa que en el Consell son muy «ilusos» si creen que la gente no se va a reunir en Navidad. «Será mejor que lo hagan en un restaurante, donde todo está controlado, que en pisos y chalés donde no se toma ninguna medida. Si quieren que cerremos que lo digan, pero que nos faciliten ayudas, porque no podemos soportar más restricciones de las actuales», zanjó.

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El Ayuntamiento de Alicante trabaja para que la provincia cuente con un puerto base en la capital una vez que se levante el veto a los cruceros impuesto por el Gobierno a causa de la pandemia. La concejala de Turismo y vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez, afirmó ayer que Alicante está preparada para conseguir su objetivo de ser puerto base de cruceros provincial. Así lo dijo durante la inauguración de las III Jornadas de la Asociación por el Turismo de Cruceros. «Ahora más que nunca es cuando necesitamos remar y trabajar todos en la misma dirección para seguir en el empeño de ser puerto base», de carácter provincial, ante la gran cantidad de cruceristas que eligen conocer también otros destinos de la geografía alicantina cuando desembarcan en el Puerto de Alicante. Sánchez abundó en que «eran muchos y muy buenos los pronósticos que teníamos para este 2020 pero, desgraciadamente, han tenido que quedarse en un cajón debido al veto del Gobierno a los cruceros por el covid. Pero Alicante está preparada», insistió. También citó las distintas ayudas de su departamento para impulsar proyectos de turismo afectados por la pandemia, que se ampliarán en 2021.