Pau Bernabeu, vencedor en las elecciones a la dirección del Campus de Alcoy de la Universitat Politècnica de València (UPV), asumirá el cargo en enero de 2021. Profesor del Departamento de Comunicaciones de la institución académica, sus propuestas para la modernización de la docencia y la investigación han recibido un respaldo mayoritario, sobre todo entre el alumnado.

Ha sido elegido director del Campus de Alcoy de la UPV tras ganar al actual responsable, que aspiraba a la reelección. ¿Qué sensación le produce?

Lo primero, mucha responsabilidad, ser director de este campus es más que serlo de una facultad de la UPV en València. Es algo muy importante para Alcoy, ya que tiene una gran repercusión: ser director de este campus supone ser el referente de un elemento vital para la ciudad.

Uno de los grandes objetivos planteados en su candidatura es que el campus alcance los 4.000 alumnos en diez años. ¿Cómo?

Lo primero, consolidando lo que tenemos, y consiguiendo títulos de máster y doctorado. Sólo eso ya supondrá un incremento del alumnado. Y después, tendremos que debatir la ampliación de titulaciones. Debemos hacer un esfuerzo para tener un crecimiento y ganar alumnos.

Hablaba en su candidatura de la necesidad de diferenciarse de los demás campus de la UPV. ¿Ocurre esto, hay duplicidades en la oferta de estudios?

Hay algunas titulaciones que se ofrecen en más de un campus, pero creo que eso no es un problema grave. Lo fundamental es que nosotros tengamos estudios que los demás no, y que esa sea nuestra diferenciación. Y que sean titulaciones de futuro.

¿Qué tipo de titulaciones?

Ecotextiles, bioinformática, desarrollo vinculado a la sostenibilidad... Sobre todo, líneas de investigación que combinen el futuro con el medio ambiente. El campus debe cumplir los criterios de desarrollo sostenible, con innovaciones como sustituir las fibras derivadas del petróleo por otras más naturales.

¿Cree que eso no se ha tenido en cuenta lo suficiente hasta la fecha?

Al final, si no hay un plan estratégico el día a día te va comiendo, y creo que eso es lo que ha ocurrido. El campus debe tener esa previsión; pienso que es un proyecto que debería hacerse cada diez años, y por eso lo incluimos en nuestra candidatura, para que se viera hasta dónde queremos crecer. La clave en nuestro éxito ha sido tener un plan estratégico y proponer una docencia del siglo XXI.

¿Se refiere, con esto último, a la propuesta de tener unas aulas totalmente digitalizadas?

Hasta que no esté introducido el 5G eso no se podrá hacer, pero a corto plazo sí se puede desarrollar un laboratorio de realidad virtual, a través del cual los alumnos puedan trabajar como si estuvieran allí. Las clases magistrales tienen que seguir, pero apoyándose en un sistema virtual que vaya mucho más allá de ver una lección en un vídeo.

¿Y los recursos económicos para que eso sea posible?

Es el nudo gordiano de todo. Si tenemos un proyecto serio podemos presentarnos a la convocatoria de ayudas de la Unión Europea. Queremos hacer un prototipo de vídeo inclusivo a corto plazo y presentarlo; si nos sale bien, las puertas pueden estar abiertas para que llegue financiación.

¿Debe crecer el campus, tener más presencia física en Alcoy?

Debe crecer y aprovechar espacios. Uno de ellos podría ser el antiguo cine Goya, adaptado como paraninfo, pero no sólo para la UPV, sino también para que pudiera ser utilizado por otras instituciones. También proponemos la rehabilitación de la antigua fábrica de Mataix como ampliación del campus, y un nuevo edificio en la Beniata que además permitiría consolidar esa ladera. Para eso hace falta mucho dinero; no obstante, con una buena planificación sabremos qué podemos ir haciendo en cada momento.

El voto de los alumnos ha sido decisivo para su elección. ¿Qué cree que les ha atraído más?

Aspectos como la adaptación de los planes de estudio o las propuestas de que se puedan cursar másteres y doctorados o de hacer una nueva docencia. Y también, creo, la frescura de la candidatura. Vamos a intentar transmitir esa frescura a la docencia y a intentar tener unos espacios del siglo XXI.